viernes, febrero 16, 2007

últimamente y temo que se convierta en costumbre me ha dado por disparar a según qué. anteayer sin ir más lejos disparé contra un ministro y un abogado, en absoluto inocentes. lo cierto es que experimento cierto bienestar haciéndolo, y, a pesar de humedecerme los labios antes de disparar no es exactamente placer lo que siento, pero me relaja y yo relajada gano mucho.

1 comentario:

el paseante dijo...

Cada día gasto una caja de munición. Me relaja, y yo relajado gano mucho.