nuestro principal enemigo es nuestra mente, aunque también -y esta es la buena noticia- nuestra mejor aliada.
no te cuento nada que no sepas, por supuesto, pero es que 'saber' por sí sólo no es suficiente, hay que hacer seguir el conocimiento de acciones consecuentes, y sobre todo no creer que los estados anímicos son incontrolables, completamente azarosos y que no se puede hacer nada para cambiarlos.
por supuesto todo esto es mucho más fácil decir que hacer, como cualquier cosa en la vida, pero es la dirección hacia la que hay que apuntar.
1 comentario:
¡Así es!
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